Fiesta de Disfraces

El año pasado nos invitaron a mi esposo y a mí a una fiesta de halloween y conseguimos unos buenos disfraces pensando en pasarla de maravilla.

En la invitación indicaban el lugar, fecha y hora de la invitación.

Al verificar la dirección vi que el lugar era un castillo a las afueras de la ciudad.

Todo al parecer estaba dado para divertirnos con mi esposo como hacía mucho tiempo no lo hacíamos, pero preciso el día de la fiesta el vuelo en el que él debía regresar de su trabajo, lo suspendieron hasta el día siguiente por mal tiempo.

Cuando él me aviso el inconveniente, en principio sentí muchísima cólera porque que estaba muy ilusionada con esa fiesta, quería que nos divirtiéramos como hacía tiempo no lo hacíamos y esa era la gran oportunidad que se estaba malogrando.

En gran parte mi enojo era porque yo le había recomendado que regresara el día anterior previendo cualquier contratiempo, pero el caprichoso aseguro que llegaría a tiempo para la fiesta.

Después que nos despedimos en medio de mi enojo decidí asistir a la fiesta aunque fuera sola, a fin de cuentas con mi disfraz nadie me podría identificar.

El disfraz era de Gatúbela versión bien caliente: traje de látex, gran escote con cremallera hasta abajo, espalda descubierta, botas altas con tacón aguja, colaless que se marcaba a través del traje ceñido al cuerpo, la máscara que cubría mi identidad y un látigo que era el broche de oro.

A eso de las nueve de la noche me vestí pedí un taxi y me fui a la fiesta, cuando llegue al lugar entre, era un hermoso castillo, traspase la puerta contoneando mi cintura como lo había practicado.

Una vez dentro observe el gran salón con escasa iluminación, adornado muy propio para la fiesta de halloween, lo cual hacía más difícil identificar a alguien o que te identificaran.

Me fui directo a la barra a pedir un trago para tratar de calentar mi espíritu y allí empecé a moverme sensualmente al ritmo de la música que sonaba bastante fuerte, con lo que era imposible escuchar cualquier conversación a más de 10 centímetros de distancia.

Eran más los gestos que se hacían los invitados para comunicarse entre sí, que poder hablar normalmente, y desde luego era imposible entablar una conversación.

Mientras bebía mi copa me dedique a explorar que personaje me podía interesar.

Me dedique a mirar disfraces de mujeres y veo: colegialas, mucamas, policías, odaliscas, ángeles, demonios, superwoman, vampiresas, enfermeras, bailarinas de cabaret, vaqueras, piratas, etc.

?

Luego mire disfraces de los hombres y uno me llamó poderosamente la atención y el al notar que yo lo observaba se acercó a mi oído y me dijo bailamos, al principio me asusté nunca había hecho esto de buscar a un hombre que no fuera mi esposo para bailar.

Nos mezclamos con la gente y me pregunto si tenía pareja y al decirle que había venido sola creo que le abrí la puerta para que me quisiera tener para él durante toda la noche.

El desconocido estaba disfrazado de Batman razón por la cual yo no podía ver su rostro y el tampoco el mio.

Bailamos y luego nos separamos y durante un buen rato me quede sin bailar porque ningún otro hombre se acerco, pero mientras tanto tome varios cocteles que hicieron su efecto en mi cabeza, lo cual me puso bastante eufórica y entonces quería comerme toda la fiesta y pasarla increíblemente aunque fuera sola.

Quizás cuando yo estaba más contenta apareció nuevamente Batman y me invito nuevamente a bailar pero esta vez nuestros cuerpos estuvieron más cerca y poco a poco en medio de la obscuridad y sin mediar palabra, nuestras pelvis se rozaban eróticamente, las copas me habían hecho perder el pudor y el disfrutaba de todo lo que yo le permitía.

A la madrugada la fiesta había entrado en un estado en el que aprovechando la escaza luz del salón las parejas embriagadas se divertían en medio de besos y caricias y esto sin darme cuenta me había excitado bastante y termine en lo mismo con mi parejo, vi que algunas parejas se retiraban del salón principal y me entro curiosidad a donde iban y mi parejo al darse cuenta del interés de mis miradas me propuso salir y cuando cruzamos la puerta nos encontramos con un corredor donde había muchas puertas por las que entraban y salían parejas.

Curiosos por saber que había detrás de esas puertas nos acercamos a una de ellas, entramos y encontramos que solo había un diván, además escasa luz en su interior.

Como vimos que las parejas que entraban a estos cubículos cerraban la puerta, una vez dentro mi parejo hizo lo propio, quedamos los dos solos en total intimidad.

De inmediato el me comenzó a besar y a acariciar y yo con mi disfraz totalmente pegado al cuerpo sentía como si me estuviera acariciando desnuda, empezamos a besarnos lo hacíamos lentamente, succionando nuestros labios, repegando mas nuestros cuerpos, pronto mi lengua estaba jugando con la suya, su miembro empezó a crecer, aunque su traje ajustado no lo dejaba sentir totalmente, pero yo sabía que allí estaba su bulto y lo frotaba cadenciosamente al ritmo de la música que se escuchaba desde afuera, mientras continuamos besándonos apasionadamente, nuestras lenguas se hacían el amor.

La excitación subió por todo mi cuerpo y el deseo me desbordo al punto que deje que mi Batman hiciera lo que él quisiera y lo más próximo fue bajar la cremallera de mi disfraz y como no tenía nada debajo, quedaron a la vista mis senos y el de inmediato empezó a besarlos y apretar mis pezones con sus dedos y esto para mí fue crucial en el camino de la excitación.

Yo también deseaba tenerlo frente a mi igualmente desnudo y no fue difícil que los dos quedáramos solo con las mascaras para esconder nuestras identidades y así fue que mi Batman despojado de su vestido acerco su verga a mi sexo y me hizo volar.

– Dejémonos las mascaras te parece? Le dije

– Claro que si Gatúbela, no quiero que sepas mi identidad secreta!

Me pidió que me acostara en el diván y arrodillándose entre mis piernas me regalo un orgasmo como jamás disfrute con mi marido, su lengua entraba y salía y acariciaba mi clítoris maravillosamente.

Luego mi mano fue a su verga, y empecé a acariciarla, “lo sabia! Batman estaba bien dotado!” yo reí, y seguí masajeándosela de arriba a abajo, la miraba discretamente y me parecía que era más grande que la de mi marido y sin avisarle me agache y la empecé a besar, a lamer, para después meterla en mi boca, el acariciaba mi cabeza y disfrutaba del momento, realmente aprendí ese día a chuparla, después su mano fue a mis senos y los masajeaba, y finalmente el me la metió hasta la garganta.

– Así Gatúbela, que bien lo haces, me dijo

Yo chupaba cada vez más fuerte, mi lengua jugaba dentro de mi boca con la cabeza de su verga, era la primera vez que estaba metiendo en mi boca la verga de un hombre y creo que no lo hice tan mal porque él me dirigió todo el tiempo.

Después el se acostó en el diván y me pidió que me subiera a horcadas sobre su cuerpo y cuando me estaba acomodando él dirigió su verga a mi vagina y yo sentí algo muy especial porque evidencie que su tamaño era muy superior al de mi marido, que escasamente cumplía, y yo no había conocido otro, solo hasta ese momento pude comparar.

Cuando estuve sobre él me invito a que moviera mi cuerpo para arriba y para abajo estando ensartada por su verga y empecé a sentir el inicio de un nuevo orgasmo acompañado de caricias en mis senos y de cuando en cuando me pedía inclinarme para besarnos apasionadamente.

Luego cambiamos yo me acosté y él se subió sobre mí, volviendo a clavarme su encantadora verga y empezar un mete y saca fenomenal, en esos instantes goce hasta disfrutar de un orgasmo maravilloso en el que gemí como una loca, y no me importo que me oyeran, de seguro los demás estarían en lo mismo y con la música a tan alto volumen todo pasaría desapercibido, él se demoro un poco más, pero finalmente llego al clímax y entendí que me había dejado toda su carga de semen dentro de mi vagina, cuando dijo… “Gatúbela ya no puedo más”, y exploto.

Más tarde cuando nos vestíamos note dos detalles en el, sus ojos profundamente azules y un lunar cercano al hombro derecho, dos características muy particulares que mi hijo había heredado de mí.

Quede en shock enseguida, en esos momentos dos cosas estaba haciendo por el descontrol de mis emociones: estaba con un hombre distinto a mi marido y posiblemente teniendo sexo con mi hijo.

Para salir del paso le dije…

– Viste qué hora es? es tardísimo, tengo que irme!

– Pero él me pregunto…no te puedes quedar un poco más?

– Nooo! le respondí mientras me ponía el ajustado vestido de Gatúbela

Era todo un espectáculo la sensualidad de mi disfraz

– Vas a pedir un taxi?

– No, no, abajo seguro encuentro uno.

E intente salir corriendo de la habitación mientras el terminaba de vestirse, creyendo que si él no estaba listo yo podría desaparecer de la fiesta.

Pero al tratar de salir el me tomo del brazo y me dijo… Mama cuál es el afán?, mi padre regresara hasta mañana, así que disfrutemos la fiesta hasta el final.

Yo quede fría, el se había dado cuenta que yo era su madre y sin embargo había aceptado que tuviéramos sexo.

Le pregunte si él sabía desde antes que yo era su madre y él me respondió con mucho detalle… Desde que saliste de casa después de la discusión con mi padre por no llegar a tiempo para la fiesta, tu decisión de asistir sola y el haberte visto desde la obscuridad de mi habitación, con este traje tan atractivo pensé… mi mama esta tan sensual que no faltara quien se la quiera coger esta noche.

Y a cambio de que fuera un desconocido decidí ponerme el disfraz de mi padre y asistir a la fiesta con la invitación de él.

Y continuó… Cuando llegue a la fiesta me encontré que había dos Gatúbelas, por eso te deje un tiempo sola mientras averiguaba cuál de las dos eras tú, pero tu perfume para es inconfundible, además cuando te vi desnuda y observe tu lunar, el mismo que yo te herede, estuve absolutamente seguro que tendría sexo con la mujer más sensual del planeta.

Yo sé que mi padre te tiene muy descuidada por eso imagine que de pronto algo te podría suceder con otro hombre en una fiesta como esta, y pensando en eso decidí venir amparado con la invitación de él y ser yo quien fuera tu hombre de la noche y no me equivoque, ahora sé que tengo la madre más sensual del mundo y espero que sigamos de fiesta hasta el amanecer, ya que no hay afán de regresar a casa.

Volvimos al salón y para celebrar el haber revelado nuestra identidad, el trajo dos copas de licor que bebimos con apuro y luego fuimos a bailar nuevamente, pero ahora en medio de la penumbra de la fiesta donde las parejas ejecutaban bailes muy sensuales, nosotros no fuimos la excepción, mi hijo acaricio todo mi cuerpo como le dio la gana y yo hice lo propio con el de él, de manera que al amanecer los dos nos deseábamos terriblemente.

Creí que era mejor irnos a casa y me pareció eterno el camino de regreso en medio de caricias que en ningún momento faltaron, además de uno que otro beso.

Al llegar entramos apresurados, toda la casa estaba libre para nosotros, el me propuso tomar una última copa y yo acepte, todo lo que él me proponía yo estaba dispuesta a hacerlo.

Era la primera y no sabía si la última vez que rompía la fidelidad que siempre tuve con mi esposo.

Mi hijo trajo las dos copas bastante grandes y las bebimos en medio de besos, y desnudándonos ahora sin mascara todo fue más erótico.

Al parecer él quería prologar esos momentos y puso música suave y me invito a bailar.

Nuestros cuerpos desnudos se rozaban sin piedad y su vega muy erguida tocaba constantemente mi vagina hasta llegar a un punto que yo deseaba sentir su verga dentro de mí y que me azotara con toda su juventud y apreciar lo que hace mucho tiempo no disfrutaba.

Nos fuimos a su habitación y el delicadamente me acostó, separo mis piernas y se subió sobre mí.

Sentí al hombre mayor que me dominaba y hacia de mi lo que él quería y después de besarme en la boca y luego mis tetas hasta el cansancio se acomodo para hundirme su verga lentamente y sin afán hasta tocar fondo, instante en que me hizo saltar y gemir, el me miro como preguntando… que pasa?.

Pero yo le dije…sigue, sigue adelante, es solo que tu verga es más grande que la de tu padre y me ha llegado muy profundo, pero la estoy disfrutando.

Vamos, vamos que quieroextasiarme con un orgasmo inolvidable.

Y él comenzó a moverse, a meter y sacar su miembro y yo a sentir cada entrada como una estocada deliciosa que tocaba lo más profundo de mi intimidad y me iba excitando a pasos agigantados.

Los dos fuimos acelerando nuestras respiraciones producto de la excitación, yo separaba todo lo posible mis piernas buscando la máxima penetración y mis gemidos comenzaron a brotar espontáneamente hasta sentir que alcanzaba un soberbio orgasmo y luego experimentaba el chorro de semen que él dejaba muy dentro de mí.

A continuación quedamos conectamos pero inmóviles y lentamente sentí como su verga se fue retirando hasta salir de mi vagina e inmediatamente aprecié como su semen fluía hacia mis nalgas.

Lleve mi mano a mi vagina y en la medida que fluía su semen lo esparcí por mi pelvis para disfrutar ese último momento.

Finalmente le di un beso, le agradecí la magnífica noche que me había regalado y me fui a mi habitación, tome un baño caliente para aliviar tantas emociones y luego me quede dormida desnuda en mi cama matrimonial.

En los meses siguientes él me ha buscado cuando estamos solo los dos en casa y cada vez lo hemos podido disfrutar más, el me ha enseñado nuevas formas que yo desconocía porque antes siempre lo hice con mi esposo en la forma tradicional.

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