María, una mujer casada de Ciudad Obregón, se encontraba en su rutina diaria de trabajo y cuidado de su hogar. Sin embargo, todo cambió cuando recibió una invitación inesperada de unos amigos para asistir a un baile en Cócorit, a cargo del grupo La Brissa. A pesar de tener dudas y sentirse un poco incómoda por dejar a su marido por una noche, decidió aceptar la invitación y vivir un poco.
Al llegar al baile, María se sintió atraída por un hombre desconocido y juntos comenzaron a bailar y a charlar animadamente. La noche transcurría de manera perfecta hasta que, de repente, el hombre la besó con intensidad. María no pudo resistirse y correspondió el beso, sintiendo una llama de pasión que hacía tiempo no sentía.
A partir de ese momento, María comenzó a cuestionarse su vida y su matrimonio. ¿Cómo había llegado a ese punto de sentirse atraída por alguien que no era su esposo? ¿Estaba dispuesta a arriesgar su matrimonio por una noche de pasión? Estas preguntas y muchas más rondaban en su mente mientras regresaba a casa, incierta sobre lo que sucedería a continuación.
María estaba ansiosa por su segunda salida con el hombre conocido en el baile. Durante la semana, los dos habían estado hablando por teléfono y sus conversaciones habían sido cada vez más íntimas e indecorosas. María sabía que estaba arriesgándolo todo, pero no podía resistir la llama de la atracción que sentía por ese hombre desconocido.
Sin embargo, justo el día que debían salir juntos, María recibió una mala noticia: había llegado su período menstrual. Después de considerar sus opciones, decidió llamar al hombre y cancelar su salida. A pesar de su decepción, el hombre comprendió la situación y aceptó la cancelación con amabilidad.
María se sintió aliviada de haber tomado la decisión correcta, pero al mismo tiempo se preguntaba si realmente estaba dispuesta a arriesgar su matrimonio por una aventura sin futuro. Mientras reflexionaba sobre su vida y sus deseos, María comenzó a darse cuenta de que necesitaba encontrar un equilibrio entre lo que quería y lo que era correcto para su matrimonio.